Bicis y accesorios para que todos salgan seguros y felices

Cuando mi hijo me preguntó si él también podía tener una bici “de verdad”, supe que necesitaba algo seguro, cómodo y divertido. En Bikehouse encontré la Cliff Rocket24, con estructura reforzada, frenos de disco y diseño adaptado para niños.
Me encanta cómo están pensadas: con rueda de 24″ para su edad y una transmisión sencilla de 1x7. Su silla es baja, fácil de subir, y no pesa demasiado.
Además hay accesorios como la rosca de seguridad para sillín, cascos Talla S y guantes infantiles con protecciones. Así nos aseguramos de que rueda con estilo, pero, sobre todo, sin riesgo.
Planificamos salidas juntas: yo con mi Domane, él con su Rocket 24″. La sonrisa de orgullo le dice que estamos construyendo hábito, confianza y recuerdos que valen más que cualquier precio.

Tecnología para entrenar juntos y medir progreso

Para apoyar ese hábito, compré un medidor de velocidad Cateye Velo9, que se adapta fácil a sus ruedas y me ayuda a registrar distancias y progreso semanal.
También llevo una banda cardíaca Magene H603, esa nos dice cómo mejora resistencia. Entendí que el ciclismo en familia no es autoengaño ni foto bonita: es caminar hacia salud y disciplina, contando datos reales.


Para días largos y rutas improvisadas, la mochila hidratación Cliff 2L me permite llevar agua y snacks para él y para mí. Incluye silbato y señal de emergencia, pequeño pero importante para rutas rurales.
Tenemos un pequeño ritual: al volver, revisamos en Strava cuánto avanzamos y celebramos logros. Esa tecnología compartida nos une y motiva a seguir rodando juntos.